8 de diciembre de 2015

Identificación

Hace un tiempo leí en una de las páginas de facebook que sigo un post que me hizo identificarme completamente con él. Éste hablaba sobre una situación de vida en la que no se sentía nada, en la que todo dejó de importar. Y que esa situación con esos sentimientos pudo ser provocada por la mente, que creó un muro de defensa porque algo o alguien hizo mucho daño y formó un escudo para que fuera más fácil seguir viviendo.
Estoy de acuerdo en que es una de las peores situaciones en las que te puedes encontrar. Y que no le deseo a nadie. Yo no hace mucho que pasé por una bastante similar y si soy sincera, temo que me pueda volver a ocurrir. Temo volver a dejar de ser yo, a que dejen de importarme las cosas, a alejarme de lo que me rodea y de mí misma, a perder más el tiempo y, sobre todo, a dejar de vivir. 

#ML

2 de diciembre de 2015

Diciembre

Quizá llegue tarde a la hora de darle la bienvenida a Diciembre. Pero como dicen “Más vale tarde que nunca”.
Aquí está el último mes del año. Sí. Ese que vemos tan lejano y pensando que nunca va a llegar, pero que, sin embargo, llega antes de que nos demos cuenta. Ese que nos hace ver lo deprisa que va el tiempo, que ya acaba otro año y que otro está por venir. Ese que nos hace recordar todo lo sucedido y pensar en lo que no hemos hecho o hemos hecho mal. Ese que nos hace ver qué debemos cambiar o hacer en el nuevo año que comienza al acabar sus días. Ese que tiene las fechas más deseadas por algunos y más odiadas por otros.
Siempre buscamos el inicio de un mes, año o semana para comenzar algo nuevo o arreglar algo existente. O también intentamos empezarlo con buen pie para que siga así durante algún tiempo. No siempre se consigue. No obstante, no hay que darle importancia. Si las cosas no salen bien un día, no hay que preocuparse. Después de cada anochecer llega el amanecer. Y con él un nuevo día por delante.

#ML

1 de diciembre de 2015

Impulsos

Dejémonos llevar por los impulsos. A fin de cuentas son ellos quienes muestran lo que verdaderamente queremos y sentimos, quienes sacan lo mejor de nosotros mismos.
Nunca te arrepientas de algo que hayas hecho sin pensar si es debido a esto, ya que es ha sido fruto de tus propios sentimientos.
No pienses demasiado las cosas porque pueden salir mal sí, pero también pueden salir bien o incluso ser una de las mejores cosas que te haya podido pasar o que puedas haber hecho.
Déjate llevar por tus emociones, son las que te guiarán en el camino hacia la felicidad.

#ML

27 de noviembre de 2015

Aventurarse

No existe un momento preciso en el que todo decide cambiar. Simplemente pasa y punto. Sí. Así porque sí. En uno de los ochenta y seis mil cuatrocientos segundos que tiene un día. Simplemente decides abrir tus ojos y ver cómo es realmente tu vida. Como de completa y de llena está.
Normalmente es el amor quien te ata a algún lugar, quien no te deja partir, quien te obliga a mantenerte siempre en un mismo sitio. Y con amor no sólo me refiero a pareja, sino también a familia y amigos. Puede que no queramos separarnos de alguien en concreto o de una multitud, que nos de miedo el tener que echar de menos o que nos asuste la idea de conocer otro lugar.
No. Definitivamente eso no existe. No hay amor en ti. Puedes vivir sola y no necesitas a nadie para continuar tu viaje. Estás preparada para echar de menos y soportarlo.
Entonces ya podemos comenzar la maleta. Un poco de ropa, comida, nuestros tesoros más preciados y algo de dinero. Sí, algo.
La mayoría de las cosas de la vida son movidas con dinero. Es decir, es necesario tenerlo para poder disfrutarlas. Pero no. Este no es el caso. Para una escapadita, larga o corta, no es muy necesario. Mientras tus pies puedan llevarte y tus ganas mantenerte en el camino, no necesitas nada más. Cualquier lugar es bueno para desconectar, reflexionar, comenzar de nuevo, emprender aventuras y, sobre todo, soñar.
¿Te atreves?

#ML

18 de noviembre de 2015

Situaciones

Hay situaciones en la vida que pueden no gustarnos o incluso darnos miedo y asustarnos. En ocasiones nuestra reacción ante ellas puede ser la indiferencia. Sí. Esa actitud de no querer saber nada de ellas, de alejarnos y quedarnos quietas sin hacer nada al respecto y esperando a que todo acabe. Así lo que nunca sabremos es el final. Puede terminar bien o no. Pero al fin y al cabo terminará pasando. Sin embargo, puedes decidir manejar esa situación y llevarla hacia el lado que mejor te haga sentir. Quizá no sea el adecuado o empeore esa situación, pero te quedará la satisfacción de haber hecho algo por ello, de haberte llenado de valentía y de haber puesto algo de tu parte. Elijas lo que elijas, las situaciones solo se viven una vez en la vida. Algunas duran más y otras menos. Pero todas terminan.

#ML

17 de noviembre de 2015

El amor

Que nunca se pierda la ilusión de hablar y ver a esa persona. Los nervios cuando estás frente a ella, el cosquilleo en tu estómago con cada mensaje, las ganas de verla a cada segundo. Esto es lo bonito del amor. Nunca dejar de conocer a la persona con la que llevas compartiendo tu vida días, semanas, meses o años. A  pesar de llevar mucho tiempo a su lado hay que mantenerla enamorada. Así como el fuego necesita leña para seguir ardiendo y no apagarse, el amor necesita de cuidados para mantenerse vivo y no morir. Siempre habrá un rato que puedas dedicarle. Para las cosas importantes y que de verdad se quieren siempre lo hay. Nunca dejes que el paso del tiempo borre el amor que un día creaste. Nunca dejes que sea demasiado tarde. Nunca abandones el sentido de tu vida si no quieres perderte.

#ML

3 de noviembre de 2015

Nunca

Nunca dejes de intentar. Aunque hayas fallado miles de veces; aunque ya estés cansada; aunque te halles perdida. Si aún no has encontrado un lugar para ti o algo a lo que verdaderamente te quieras dedicar, no pares hasta hallarlo. Las mejores cosas llevan su tiempo. No tienen porqué aparecer a la primera. A veces es a base de intentar y de probar distintas cosas la manera en la que descubrimos nuestro sitio aquí, para lo que estamos hechos y cómo ser realmente felices. Cada persona nace por una razón y no nacimos sabiéndola. Estamos aquí para descubrir cuál es la nuestra. Sin prisas. Pero sin pausas. Tenemos toda una vida para encontrarla.

#ML

Otro día más

El sol es como nosotros mismos. Hay días en los que sale muy radiante, otros en los que no tiene ganas de salir y se esconde detrás de las nubes. Algunas veces sale un rato, en los que se siente más fuerte y capaz de mostrarse y otros ratos no. Pero siempre sale. Sí. Cada día él está ahí. Con más o menos fuerza e intensidad. Pero ahí está. Así debemos de ser nosotros. De salir siempre a pesar de todo. Habrá días en los que no queramos salir, en los que queramos escondernos y que nadie nos vea. Pero si tenemos la oportunidad de ver salir el sol otro día más, tenemos que salir con él independientemente del estado o situación en el que nos encontremos. La vida nos está regalando un día más para cambiar de parecer, para hacer aquello que nunca hemos hecho, para cumplir nuestros sueños...para vivirlo.

#ML

31 de octubre de 2015

Confianza.

La confianza siempre va a ser diferente hacia cada persona. Podemos tener más hacia unas que hacia otras. Contarlo absolutamente todo o no contar nada. A pesar de que sean amigas. Sin embargo, aunque no todo se cuente o no se vea cada día, lo que importa es el estar ahí a pesar de todo. Cada vez que lo necesitemos. Cuando estamos mal, lo importante es escuchar un “¿A quién matamos?, un consejo aunque después no le hagamos caso o un ¡Vámonos de borrachera que con eso se olvida todo!”. A veces eso demuestra mucho más y habla por sí solo sobre las personas que están en tu vida. Que aunque no estén siempre pueden estarlo cuando más lo necesitas. Sin tan siquiera pedirlo ni recibir nada a cambio. Y así es la amistad <<Hoy por ti; mañana por mí.>>


#ML

28 de octubre de 2015

Guardia oscura

El destino no elige la edad en la que volcar la vida a las personas, ni tampoco un motivo para hacerlo concretamente en una determinada ocasión. Tan así es que a Laia le tocó con tan solo catorce años de edad, cuando apenas era una niña, de carácter noble e ingenuo, tan inocente, tan soñadora… Sin embargo, nada de esto fue tan compasivo como para no ser su siguiente víctima. Por lo que desde entonces Laia tuvo que crecer de pronto, sola y hacerse fuerte para sobrevivir ante esa etapa que se le avecinaba. Una nueva vida le espera a Laia cargada de emociones, sentimientos, miedo, engaños, pasión y mucho más.

Ya puedes comenzar a leer mi novela por capítulos aquí:


#ML

LLuvia

Cuando ves el día apagado, miras por la ventana y observas como a medida que pasan los minutos el cielo se cubre de nubes, cada vez más oscuras, casi negras. Y de pronto escuchas ese suave sonido de agua cayendo sin parar, mojando el suelo de las calles y los paraguas de las personas que han salido de sus casas. Al cabo de un rato el suelo mojado comienza a llenarse hasta formar pequeños, y no tan pequeños, charcos, que a los niños les encanta pisar y jugar con ellos y a los mayores les enoja pisarlos sin querer, mojarse o mancharse, o ser salpicados tras pasar un coche por encima de ellos. Los días de lluvia, y sobre todo, las tardes, traen consigo una gran cantidad de sentimientos, diferentes según cada personalidad. Puede traer melancolía, que nos hace pensar y reflexionar sobre nuestra vida; tranquilidad y relajación, de tumbarte en la cama o en el sofá a descansar sobre ese dulce sonido; soledad; de no poder pasar ese momento con alguien que desearías; pereza, de hacer algo o tener que salir de casa con un día así; y un sin fin de sentimientos más. Pero en general, creo que lo que a todas las personas les gusta hacer con estos días así, y más si es uno de los del fin de semana, es coger una película, una manta, algunas golosinas o comida y disfrutar de ese pequeño instante que nos da la vida, bien solos o bien acompañados.

#ML

27 de mayo de 2015

Explosión.


  Blanco. Bonito color. Siempre se ha dicho que transmite la paz, la tranquilidad, la pureza. ¿A quién no le gusta este color? A la mente. A ella le transmite vacío, inutilidad, impotencia. Para ella quedarse en blanco es lo peor que le puede pasar. De ella dependen muchas cosas, bueno “cosas”, más bien personas, nosotros. Bien o mal, pero vivimos a costa de ella, con sus decisiones y acciones. Estamos constantemente entrando y sacando pensamientos de ella, día tras día. No siempre nos damos cuenta de ello, pero algunas veces pasa que se llega a su límite. Y todo se borra, todo desaparece. Nada entra, nada sale, está completamente vacía. A veces no importa, otras es lo peor que te puede suceder según la necesidad del momento. Si tienes mil cosas en qué pensar, que están rondando por tu cabeza, que no sabes cuál de ellas coger primero para sacarla de ahí y dejar espacio, cosas que llevan tus propios pensamientos y tus propias acciones y de pronto te entran mil más que aunque no sean tuyas, te afectan y tienes que entrarlas ahí, no puedes. No, no cabe. Hay demasiadas vueltas y no te dejan ver nada. Tu mente se ha ido, quizá explotado. ¿Durante cuánto? Quién sabe. Quizá minutos, quizá horas, quizá días. Ella es fuerte, pero no siempre puede. No así. Así las decisiones que toma pueden ser las peores, las que más nos perjudiquen, las que otros quieren que tomemos y se aprovechan de su debilidad para conseguirlo. Y vuelves a ser la marioneta que todos quieren, a darles gusto a todos menos a ti, a perder ilusión, esperanza, alegría, y quizá, ganas de vivir.
  Hay días que son así, que se puedes llegar a pensar todo esto y mucho más. Pero también hay días que pueden llegar a ser todo lo contrario. Que te llenen, que te hagan tener todo muy claro, que todo te salga como esperas. Y sonríes, y te crees capaz de todo, y quizá vuelvas a pensar que ya de nuevo eres tú.
  Nadie elige los días que le tocan vivir. Quizá puedes hacer por encaminarlos hacia uno u otro lado. Y quién sabe a cada cuánto tiempo toca el bueno y a cuánto el malo.

#ML

9 de mayo de 2015

Metáfora #PARTE1


  Y su casa era como un castillo y su habitación la torre más alta donde vivía prisionera.
  Siempre atada a las normas del castillo, a las decisiones del rey, a la forma de vida en la que se crió.
  Rodeada de costumbres, sin apenas poder crecer.
  Busca escapar, busca libertad, busca tranquilidad y paz. Respirar el aire, saltar por las calles, caminar sin rumbo.
  Cuando está fuera se siente bien, le vuelven las ganas de vivir, de sonreír, de soñar. Se cree capaz de todo, invencible. Sentimientos que se tornan cuando la puerta aparece, miedo entrar, vacío al subir las escaleras, soledad al entrar en su habitación.
  Se refugia en sus gustos, en la música, en las charlas, en la distracción, en dormir. Todo es válido con tal de no pensar, de no darle vueltas y más vueltas a los problemas y las tonterías que le rondan por la cabeza, a esas pequeñas cosas que tanto le cuesta entender.
  Camina por la vida con sus pies hacia delante y la cabeza hacia atrás. No sabe a dónde va pero sí que es hora de crecer, de ser quien quiere ser, de equivocarse, y que para ello hay que tener toda la libertad posible, de romper las cadenas que le atan a no intentarlo, de plantarle cara al miedo y darle la mano a la confianza, de luchar y conseguir todo lo que quiera.
  Pero piensa. Piensa en si continuar con su vida porque es a lo que está acostumbrada o cambiarlo aun teniendo que dejar atrás muchas cosas.
  Y entonces ve al miedo llegar hacia ella, apoderarse de su mente y sus sentidos, nublando todos sus espacios claros, queriéndose llevar todas sus ganas de intentar y luchar.
  Y entonces aparece...

#ML


5 de mayo de 2015

Descripción nocturna.

  Esa horrible sensación de presión dentro de ti, de no saber qué hacer, qué pensar, qué decir; de no saber tan siquiera cómo calmarla, cómo tranquilizar tu interior. Sientes como tu mente da tumbos, que no para quieta ni un segundo, mientras tú, tú estás inmóvil sentada en la cama, con tu libreta y bolígrafo, intentando frenar tu mente, vaciar tu corazón y desahogar tu alma.
De pronto todo se detiene durante un instante, tan solo se centra en los latidos que lanza tu corazón, en esa subida de ritmo que se ha producido y piensas el por qué.
Mandas tu mente hacia los recuerdos del día de hoy, un vistazo rápido para no empeorar el estado de ánimo más de lo que está. Hoy no ha sido un día muy grato, por eso se produjo esta situación.
Poco a poco la tranquilidad va llegando, tu mente se va parando cansada de pensar, tu corazón va vaciando las malas sensaciones y tu alma se va liberando y comenzando a respirar. Aunque aún quede, aunque se de marcha atrás, aunque haya que volverlo a empezar.
Miras el reloj, es tarde. Quizás sea la hora de terminar este día, de ponerle su punto y final, de abrir las puertas a un mundo ideológico en el que todo es posible, de silenciar tu mente y tu corazón, de esperar que el día se mañana todo sea un poco mejor, de levantarte con más ganas, de sonreír con más fuerza, de querer vivir.

#ML

30 de abril de 2015

Yo lo llamo ciclo


  Y dónde quedan esas noches en las que el mundo se te cae literalmente encima, en las que no hallas salida alguna, en las que tus lágrimas juegan a ver quién corre más por tus mejillas, en las que solo quieres coger la puerta y marcharte lejos a donde nadie te encuentre.
  Y qué haces cuando te encuentras perdida, cuando tu mente se vuelve vaga y decide no pensar, cuando tu corazón se vuelve frío y deja de sentir, cuando tu cuerpo no responde y no quiere levantarse.
  Y cómo sigues hacia delante, a cuál pedazo de tu corazón sigues, a cuál pequeño trozo de ilusión que ha quedado después del golpe persigues.
  Y quién está a tu lado cuando más lo necesitas, quién se da cuenta de que cuando dices que has subido un escalón en realidad has bajado tres, quién sabe que cuando dices que todo está bien en realidad no lo está, quién sabe interpretar tus sonrisas, tus miradas, tus silencios, tus gritos, quién sabe mantenerse en tus enojos, en tus idas y venidas, quién acepta tus tonterías, tu locura, tu bipolaridad.
  Y así nada encaja en este puzzle deshecho. Cada día que pasa las piezas que faltan por poner se dividen en más trozos y la unión se complica. No sabes como encajarlas de tantas que hay, de tanto desorden y de tantas que faltan.
  Piensas, piensas y vuelves a pensar. Le das vueltas a todo hasta que sin quererlo, y sin haber aclarado nada, caes dormida. Y cuando despiertas puede que ya haya pasado todo, que te despiertes igual o que vaya a peor.
  Unos días se pierde, otros se gana. Unos se sonríen verdaderamente, otros se muestra una falsa sonrisa que guarda miles de secretos y dolor detrás de ella. Y no, no siempre se aprende. No aprendemos de la caída, ni de la forma en la que nos levantamos. Una vez superado todo creemos que ya todo irá mejor o por lo menos estable. Pero podemos volver a caer en cualquier momento y quedarnos ahí quietos, sin saber cómo volver a levantarnos ni cómo lo hicimos la última vez.
  Y así es el ciclo, de bien a mejor, de mejor a mal, de mal a peor, de peor a bien...

#ML

20 de abril de 2015

El tiempo se va y no regresa más

  Tú eres la maquinaria que dirige las agujas de tu propio reloj, quien decide qué hacer en cada segundo de ese tic-tac. El reloj siempre va hacia delante y nunca hacia atrás, por eso el tiempo pasado es tiempo gastado y en eso tú también tienes el poder, el poder de decidir cómo gastas el tiempo que la vida te ha dado.
  Muchas de las veces gastamos el tiempo en tonterías y cosas que realmente no tienen mucho valor o que no nos salen como realmente esperamos. Por eso es importante aprender a gastar nuestro tiempo, a no tirarlo a la basura, a no regalarlo en vano. El tiempo gastado tiene que darnos sus frutos, sus beneficios, darnos la satisfacción de que lo que hemos hecho lo hemos bien.
  Y aunque cueste, aunque volvamos a caer en desperdiciarlo, hay que intentarlo y nunca darse por vencido.

#ML

16 de abril de 2015

Persigue tus sueños

  Soy de las que piensan que el mejor lugar para evadirse por el tiempo deseado del mundo, es un libro, adentrándose en él, en su historia, acompañando a sus personajes. Y que la mejor forma de gritar tus sentimientos y lo que llevas dentro es soltando palabras, juntando frases, formando un texto.
  Para mí, gran parte de mi vida se la debo a la música, esa que siempre me acompaña cuando más lo necesito, sin importar la hora, ella siempre está. Cuando sin poder pronunciar palabras y sin saber el motivo, ella o bien me ha dado una respuesta o bien me ha calmado y secado mis lágrimas.
  Y otra gran parte de mi vida es la escritura. Recuerdo que comencé a escribir con tan solo 15 años. Ahí empezó esta afición. Cuando mi mente decía lo que mi corazón sentía y mi mano solo hacía escribir y escribir. Ahora tengo 21 años y no sé si es porque me encanta o es la necesidad de gritar escribiendo la que me ha traído hasta aquí después de casi dos años sin apenas hacerlo, al menos no aquí. Solo sé que aquí estoy, haciendo lo que me gusta, lo que me hace sentir bien, lo que me llena y me completa. Aunque por desgracia no puedo dedicarle mucho tiempo y me gustaría hacerlo más y mejor.
  Hoy en día hay muchos tipos de actividades en las que gastar nuestro tiempo libre. Para mí la mejor forma es tomar un papel y un bolígrafo y ponerme a plasmar palabras y palabras en él. Y eso haré a partir de ahora, buscar ese pequeño tiempo para dedicarlo a la escritura, a soltar mi mente, a relajarme, a reflexionar, a quejarme, a aprender, a imaginar, a soñar...
  Esta vez es la definitiva, no pienso tirar más la toalla en este aspecto. Cada día tengo más ganas de comenzar a escribir mi primer pequeño libro y de sacar futuros proyectos nuevos.
  Hay que aprender a sacarle provecho a las cosas que te hacen sentir bien.

#ML