5 de mayo de 2015

Descripción nocturna.

  Esa horrible sensación de presión dentro de ti, de no saber qué hacer, qué pensar, qué decir; de no saber tan siquiera cómo calmarla, cómo tranquilizar tu interior. Sientes como tu mente da tumbos, que no para quieta ni un segundo, mientras tú, tú estás inmóvil sentada en la cama, con tu libreta y bolígrafo, intentando frenar tu mente, vaciar tu corazón y desahogar tu alma.
De pronto todo se detiene durante un instante, tan solo se centra en los latidos que lanza tu corazón, en esa subida de ritmo que se ha producido y piensas el por qué.
Mandas tu mente hacia los recuerdos del día de hoy, un vistazo rápido para no empeorar el estado de ánimo más de lo que está. Hoy no ha sido un día muy grato, por eso se produjo esta situación.
Poco a poco la tranquilidad va llegando, tu mente se va parando cansada de pensar, tu corazón va vaciando las malas sensaciones y tu alma se va liberando y comenzando a respirar. Aunque aún quede, aunque se de marcha atrás, aunque haya que volverlo a empezar.
Miras el reloj, es tarde. Quizás sea la hora de terminar este día, de ponerle su punto y final, de abrir las puertas a un mundo ideológico en el que todo es posible, de silenciar tu mente y tu corazón, de esperar que el día se mañana todo sea un poco mejor, de levantarte con más ganas, de sonreír con más fuerza, de querer vivir.

#ML

No hay comentarios:

Publicar un comentario