Un camino.

¿Alguna vez te has preguntado cuántos caminos tiene una vida? ¿Tu vida? La respuesta es uno.

Cada uno tenemos un solo camino que seguir a lo largo de nuestra vida. Todos nacimos para algo y es ese camino el que nos lleva a cumplir nuestra misión. Puede que de vez en cuando nos equivoquemos y nos alejemos un poco de él, pero siempre debemos de hallar la manera de volver a él. Y bajo ningún motivo debemos intentar tomar otro distinto, ya que el día que nacimos fuimos puesto en él, en nuestro camino.

Siempre #ML

Cambio

Puso la mirada al frente y echó un vistazo a su alrededor. Algo estaba mal. Algo no iba como tenía que ir. No sabía qué era, pero sabía que no le gustaba. Pero no podía hacer nada. Ya no había marcha atrás. No podía retroceder. Pero sí podía cambiar. No se puede volver atrás en algo que ya ha comenzado, pero sí podemos darle tantos cambios como necesite. Y allí estaba. Dispuesta a darle otra oportunidad, a seguir prosperando. A darse un giro de 360º o un cambio de perspectiva.

Siempre #ML

Dulce locura sin cura

Nunca había caminado con los pies en el cielo y la cabeza sobre la tierra hasta que llegó él y puso su mundo patas arriba. Y sacó de la manga, como aquel que saca un as, un sinfín de sonrisas y días llenos de carcajadas. Lo conoció sin buscarlo pero con el tiempo descubrió que era lo que siempre había buscado. Un pequeño terremoto que acelerase su tranquila vida. O como me gusta llamarlo, una dulce locura sin cura.

Siempre #ML

No pares

Nunca dejes que tus pies se detengan. Si te quedas parada en algún lugar, toma otro camino. Quizás es que ha llegado la hora de hacerle un cambio a tu vida y no mantenerla siempre de la misma manera.

Siempre #ML

El momento perfecto

Pensaba que no existía el momento perfecto hasta que sus miradas se cruzaban y sus labios sonreían y comenzaban a reírse sin explicación ni motivo. Y le encantaba ver como no podía parar de sonreír y reírse a su lado, como disfrutaba cada instante que estaban juntos.

Siempre #ML

Música

No sé qué día fue el que te conocí, solo sé que acostumbré mi día a día a estar contigo y que ya no me imagino ni uno solo en el que no estés. Yo no puedo describirte, pero si tuviese que hacerlo con una sola palabra, esta sería poderosa. Y así es o así te veo. Capaz de sacar tanto una sonrisa como una lágrima, tanto de animar al más pesimista como al más optimista. Capaz de decir lo que la voz no puede o de describir a la perfección cualquier sentimiento. Capaz de hacer que te olvides del mundo, de los problemas, de la vida. Por estar presente en cada paso que doy, por poseer las palabras adecuadas para cada situación, por marcar instantes, acompañar momentos y dejar recuerdos. Por serlo todo y estar siempre ahí. Gracias.

Siempre #ML

Confesiones del silencio

Una vez lo perdió todo. Pensaba que ya nunca más lo iba a recuperar. Llegó a pensar que no volvería a ser la misma persona de siempre. Se encontraba tan perdida que le parecía estar en medio de un desierto de millones de hectáreas. Sola, aunque rodeada de gente. Sus días parecían fotocopias antiguas, de esas en blanco y negro o en un tono gris. De ese color que aunque te conmueve te hace no sentir nada. Como su corazón. Quien se hizo de una coraza que le impedía el paso de todo tipo de sentimientos. Sus labios parecían estar cosidos con un hilo transparente que no dejaba formar ninguna sonrisa. Y el cálido marrón de sus ojos llenos de un intenso brillo se había apagado junto a su ilusión. Habían sido tantos los días en esa situación que ya se había acostumbrado a vivir así. Llegó a creer que esa iba a ser su nueva forma de vida y de ver las cosas. Pero el tiempo le demostró que estaba equivocada. Y de repente, el destino le pone algo en su camino que le hace creer de nuevo, que le devuelve toda esa ilusión que pensaba que nunca recuperaría, que le regala el lápiz con el cual pintarse cada mañana una sonrisa aunque no todo estuviese bien. Y se dio cuenta de que después de la tormenta llega la calma, de que para cada desilusión hay una nueva ilusión capaz de llenar incluso más que la anterior. Y aprendió a ser capaz de cerrar puertas y a no tener miedo de abrir nuevas, confiando en que la próxima podría ser mucho mejor.

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Enamorar

Ella era de las que pensaba que si alguien te hace reír, te puede llegar a enamorar. Por eso vivía enamorada de las conversaciones estúpidas que le hacían reír, de los pequeños detalles sin motivo, de las sorpresas inesperadas, de sentir mariposas y alegría con cada mensaje, de ponerse nerviosa con cada mirada, de aquellas cosas que a simple vista parecían insignificantes pero que lo eran todo. Vivía enamorada de quien le hacía sentir todo eso.

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Putas mariposas

<<Putas mariposas>> se repetía una y otra vez. Pero entre más lo decía, peor las sentía. Y odiaba esa sensación. Odiaba sentir esas pequeñas mariposas en su estómago que se movían sin parar. Sin embargo, odiaba más el motivo por el que revoloteaban tanto. Odiaba darse cuenta de que la causa era su pensamiento. De tanto pensar en cosas que no debía, en cosas que no venían a cuento, en cosas que seguramente a nadie le importaría, en cosas sin sentido o que nunca sucederían. Al menos no de la misma manera. Pero que al fin y al cabo eran cosas que sentía. Y que posiblemente no era capaz de controlar.

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Sonríe

Y un día se dijo “sonríe”. Aprendió que en la vida nada ni nadie lo va a hacer por ella. Aprendió que tenía que hacerlo por su propio pie. Aprendió que a fin de cuentas, era ella la que importaba.

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Enamórate

Y se enamoró. Se enamoró de lo que le apasiona. Se enamoró de lo que realmente le hace feliz. Se enamoró de aquello que hacerlo le parece una satisfacción y no un sacrificio. Se enamoró de aquello a lo que considera afición; aquello que tanto le gusta hacer. Se enamoró y aquí está, dándolo todo por ello. Y se enamoró sin pensar en si le salía rentable respecto a su vida. Hasta que descubrió que son esos pequeños ratitos los que le llenaban de bienestar, tranquilidad y felicidad.

De vuelta al lugar

Y un día decidió volver. Decidió volver a su lugar. Aquel lugar en el que había pasado tanto tiempo. Aquel lugar del que tanto le costó irse. Aquel lugar al que pensaba que nunca volvería.

Había encontrado otro lugar que le llenaba de ilusión y felicidad. Otro lugar más acorde a su situación. Otro lugar al que consideró fijo.

Pero nada es para siempre. No obstante, aún mantenía la esperanza de despertar alguna mañana con ilusión. Y sin embargo, se fue acostumbrando a levantarse cada día de la misma manera. Nada le llenaba. Todo le parecía poco. O, simplemente, no estaba recibiendo lo que quería. Cuando uno no tiene lo que quiere, tiende a buscarlo. Si no es en un lugar, tendrá que ser en otro.

#ML

Feliz 2016

¡Bienvenido seas 2016!

Ya estamos en un nuevo año y con él las típicas personas que utilizan la frase “Página tal de 365”, o en el caso de este año al ser bisiesto, 366. Sí sí, esa mítica frase que solo dura como máximo cinco o diez días y que luego ya se olvidan de ella y ya no hay más páginas que valgan. Y sobre esto voy a hablar hoy. Si pasamos de página cada día, al acabar el año supuestamente se cambia de libro. Pero no es así. No se cambia de libro cada año, ya que nosotros no cambiamos de un año para otro, porque de vida nunca se cambia. Pueden cambiar muchos aspectos de nuestras vidas de un año para otro como los sueños, la casa, el trabajo, el amor, la salud, la forma de ser, etc. pero la vida seguirá siendo la misma. Nosotros seguiremos siendo los mismos, porque vida solo hay una. Es por esto que la primera página de nuestro libro es el día que nacemos y la última, la que morimos.

¡Feliz 2016!

#ML