27 de febrero de 2016

Enamorar

Ella era de las que pensaba que si alguien te hace reír, te puede llegar a enamorar. Por eso vivía enamorada de las conversaciones estúpidas que le hacían reír, de los pequeños detalles sin motivo, de las sorpresas inesperadas, de sentir mariposas y alegría con cada mensaje, de ponerse nerviosa con cada mirada, de aquellas cosas que a simple vista parecían insignificantes pero que lo eran todo. Vivía enamorada de quien le hacía sentir todo eso.

#ML

22 de febrero de 2016

Putas mariposas

<<Putas mariposas>> se repetía una y otra vez. Pero entre más lo decía, peor las sentía. Y odiaba esa sensación. Odiaba sentir esas pequeñas mariposas en su estómago que se movían sin parar. Sin embargo, odiaba más el motivo por el que revoloteaban tanto. Odiaba darse cuenta de que la causa era su pensamiento. De tanto pensar en cosas que no debía, en cosas que no venían a cuento, en cosas que seguramente a nadie le importaría, en cosas sin sentido o que nunca sucederían. Al menos no de la misma manera. Pero que al fin y al cabo eran cosas que sentía. Y que posiblemente no era capaz de controlar.
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Sonríe

Y un día se dijo “sonríe”. Aprendió que en la vida nada ni nadie lo va a hacer por ella. Aprendió que tenía que hacerlo por su propio pie. Aprendió que a fin de cuentas, era ella la que importaba.

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19 de febrero de 2016

Enamórate

Y se enamoró. Se enamoró de lo que le apasiona. Se enamoró de lo que realmente le hace feliz. Se enamoró de aquello que hacerlo le parece una satisfacción y no un sacrificio. Se enamoró de aquello a lo que considera afición; aquello que tanto le gusta hacer. Se enamoró y aquí está, dándolo todo por ello. Y se enamoró sin pensar en si le salía rentable respecto a su vida. Hasta que descubrió que son esos pequeños ratitos los que le llenaban de bienestar, tranquilidad y felicidad.

17 de febrero de 2016

De vuelta al lugar

Y un día decidió volver. Decidió volver a su lugar. Aquel lugar en el que había pasado tanto tiempo. Aquel lugar del que tanto le costó irse. Aquel lugar al que pensaba que nunca volvería.
Había encontrado otro lugar que le llenaba de ilusión y felicidad. Otro lugar más acorde a su situación. Otro lugar al que consideró fijo.
Pero nada es para siempre. No obstante, aún mantenía la esperanza de despertar alguna mañana con ilusión. Y sin embargo, se fue acostumbrando a levantarse cada día de la misma manera. Nada le llenaba. Todo le parecía poco. O, simplemente, no estaba recibiendo lo que quería. Cuando uno no tiene lo que quiere, tiende a buscarlo. Si no es en un lugar, tendrá que ser en otro.
#ML