27 de mayo de 2015

Explosión.


  Blanco. Bonito color. Siempre se ha dicho que transmite la paz, la tranquilidad, la pureza. ¿A quién no le gusta este color? A la mente. A ella le transmite vacío, inutilidad, impotencia. Para ella quedarse en blanco es lo peor que le puede pasar. De ella dependen muchas cosas, bueno “cosas”, más bien personas, nosotros. Bien o mal, pero vivimos a costa de ella, con sus decisiones y acciones. Estamos constantemente entrando y sacando pensamientos de ella, día tras día. No siempre nos damos cuenta de ello, pero algunas veces pasa que se llega a su límite. Y todo se borra, todo desaparece. Nada entra, nada sale, está completamente vacía. A veces no importa, otras es lo peor que te puede suceder según la necesidad del momento. Si tienes mil cosas en qué pensar, que están rondando por tu cabeza, que no sabes cuál de ellas coger primero para sacarla de ahí y dejar espacio, cosas que llevan tus propios pensamientos y tus propias acciones y de pronto te entran mil más que aunque no sean tuyas, te afectan y tienes que entrarlas ahí, no puedes. No, no cabe. Hay demasiadas vueltas y no te dejan ver nada. Tu mente se ha ido, quizá explotado. ¿Durante cuánto? Quién sabe. Quizá minutos, quizá horas, quizá días. Ella es fuerte, pero no siempre puede. No así. Así las decisiones que toma pueden ser las peores, las que más nos perjudiquen, las que otros quieren que tomemos y se aprovechan de su debilidad para conseguirlo. Y vuelves a ser la marioneta que todos quieren, a darles gusto a todos menos a ti, a perder ilusión, esperanza, alegría, y quizá, ganas de vivir.
  Hay días que son así, que se puedes llegar a pensar todo esto y mucho más. Pero también hay días que pueden llegar a ser todo lo contrario. Que te llenen, que te hagan tener todo muy claro, que todo te salga como esperas. Y sonríes, y te crees capaz de todo, y quizá vuelvas a pensar que ya de nuevo eres tú.
  Nadie elige los días que le tocan vivir. Quizá puedes hacer por encaminarlos hacia uno u otro lado. Y quién sabe a cada cuánto tiempo toca el bueno y a cuánto el malo.

#ML

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